Es un tratamiento clínico psicológico, el cual se utiliza para ambos miembros en una relación sentimental, que en su condición puede ser de convivientes, esposos, enamorados, novios, separados, y/o divorciados. En esta terapia el psicoterapeuta se centraliza fundamentalmente en mejorar la comunicación de la relación y evaluar los conflictos existentes en la misma, a fin de que la pareja aprenda a controlar sus emociones e impulsos y afrontar y resolver los conflictos de una manera equilibrada y racional, enseñándole a ambos a ver los problemas de diferentes perspectiva sin personalizarlo.